Los cuerpos sin vida de los hombres fueron hallados en un pozo, todo parece indicar que querían robarles la camioneta en la que se movilizaban
Hace una semana, el estadounidense Jack Carter Rhoad y los hermanos australianos Jake y Callum Robinson desaparecieron el 27 de abril, mientras realizaban un viaje de surf a Baja California, México. Autoridades mexicanas informaron este domingo que los tres surfistas fueron asesinados por ladrones que querían robarles una camioneta, en particular porque querían los neumáticos.
Los cuerpos de las víctimas fueron hallados este viernes 3 de mayo en un pozo ubicado en Ensenada; sus familiares los identificaron. “Nos informa la Fiscalía General del Estado de Baja California que las familias de los ciudadanos extranjeros no localizados confirmaron la identidad de los cuerpos rescatados al sur de Ensenada”, dio a conocer la gobernadora del Estado, Marina del Pilar.
Al mediodía del domingo, la fiscal estatal María Elena Andrade, dijo en rueda de prensa que presuntamente los jóvenes entraron a una zona aislada y sin comunicación vía celular para pedir ayuda en caso de un percance. Ahí habrían sido interceptados por presuntos criminales para apoderarse de su camioneta, que posteriormente fue hallada incinerada.
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“Los agresores sacan un arma que tenían en su poder y privan de la vida al que de inicio se opuso al robo y posteriormente se les echan encima a los otros dos (…) y también los privan de la vida. Todos presentan un orificio producido por proyectil de arma de fuego en la cabeza”, añadió Andrade.
Hasta el momento, 3 personas han sido arrestadas en relación con los asesinatos, incluida una mujer que fue encontrada con el teléfono de uno de los surfistas. Sin embargo, los investigadores creen que hubo más involucrados. “De hecho, estamos seguros de que más personas participaron en el ataque”, dijo Andrade Ramírez. Por el momento parecen descartar que fuera algo organizado y relacionado con el tráfico de drogas. La fiscal dijo que, de confirmarse la muerte de los surfistas a mano de los sospechosos, el cargo pasaría de “desaparición cometida por particulares” a “homicidio agravado”.
